En el dÃa de hoy nos hemos reunido unos amigos para realizar una ruta y acercarnos hasta Cantavieja para deleitarnos de un suculento almuerzo.
El madrugón ha sido para todos, incluso Eduardo Jr. que ya ha cumplido los 10 meses, ha notado la falta de sueño.
A medida que se sucedÃa la mañana, han ido apareciendo todos los participantes a la “kedada”, en un total de 20 adultos, 5 niños y un bebé.
Finalmente salimos 10 motos y 3 coches.
Los más pequeños también iban equipados para la ocasión y fueron acompañantes en dos de las motos que conducÃan sus padres.
La hora de salida desde el punto de encuentro se acordó realizarla a las 9:00 de la mañana, y prácticamente todos fuimos puntuales, pues a las 9:10 estábamos saliendo de la gasolinera BP de la carretera de Borriol, más concretamente desde su área de servicio Carceller, ya que los que más madrugamos tuvimos la ocasión de tomar café durante la espera.
Durante el viaje de ida, Eduardo Jr. fué durmiendo a pierna suelta todo el camino.
La llegada a Cantavieja fue todo un éxito de puntualidad sobre lo acordado, y el dÃa no podÃa ser mejor, ya que lucÃa el sol y la temperatura aunque fresca, era agradable.
El restaurante, no pudo alojarnos en mejor sitio, ya que para la ocasión, nos habilitó la terraza cubierta de la fachada, y colocó en tres grupos a todos los presentes, por un lado los 5 niños y en las otras dos mesas los 20 adultos repartidos; la temperatura allà era acogedora.
Nuestra sorpresa: El Restaurante Balfagón ha confeccionado unas tarjetas especialmente para la ocasión, con indicaciones del almuerzo que nos iban a preparar.
Las ensaladas de tomate con cebolla y olivas estaban exquisitas, su aceite era delicioso al paladar.
Los bocadillos eran de la talla XXXXL, y nada que decir de los carajillos y cafés; también hubo quien se atrevió a tomarse unos chupitos caseros.
Una vez terminado el almuerzo y pagada la cuenta, algunos decidieron marchar hacia sus obligaciones, y otra parte decidimos adentrarnos al pueblo y visitarlo, no sin antes acercarnos a una panaderÃa y comprar pan, dulces tÃpicos y algunos embutidos. Otros visitaron los bares tÃpicos del lugar para saborear su zumo de cebada.
Terminada la visita, salimos en grupo dirección a Mirambel, donde hicimos la visita de rigor y tomamos un refresco antes de partir hacia nuestros hogares.
Ahora estamos pensando en repetir esta experiencia tan grata, y para el 12 ó 19 de noviembre nos volveremos a juntar para visitar Fuentes de Ayodar, donde también nos suelen cuidar sus cuando vamos.
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Euardo ( black Widow )